El ancestral batán andino en un Simposio Internacional de
Escultura
La obra pétrea de Pablo Yactayo en Bento Gonçalves
Brazil
2014
Con la participación de once escultores del mundo, Petre
Petrov (Bulgaria), Remigio Dávila (España), Laura Marcos (Argentina), Jorge De
Santiago (México), Kemal Tufan (Turquía), Michail Vouzounerakis (Grecia), Sestilio Burattini (Italia),
Tzeitel Henández (Costa Rica), Marcia de Bernardo y Rogério Baierle (Brasil), y
Pablo Yactayo (Perú) se realizó el Simposio Internacional de Escultura en la ciudad de Bento Gonçalves,
Río Grande do Sul, entre el 24 de octubre y el 9 de noviembre del 2014.
El simposio estuvo a cargo del Instituto Tarcísio Vasco
Michelon y Angela Martins en la
organización; con la dirección artística del escultor costarricense Aquiles Jiménez y la
coordinación de Massimo Colacecci.
En el gran campus
de ejecución artística, los bloques de granito rojo con ingentes dimensiones y
de variadas toneladas esperaron el
primer día a los artistas quienes aceptaron el desafío de esculpir sus
creaciones que previamente habían esbozado en maquetas con las que, luego de ser aprobadas y elegidas
de entre 50 artistas previamente seleccionados, se clasificaron para ser parte
de este acreditado simposio internacional de escultura. A cada escultor se le hizo entrega de una caja
de madera grande con ruedas conteniendo una amoladora grande y una pequeña con
sus respectivos discos diamantados; combas y cinceles; escuadra, cinta métrica
y lápices; además de camiseta, gorra y mameluco para el trabajo. Cada día
esculpieron delante del público asistente y periodistas que se interesaron por
ser testigos del proceso de cómo se realiza una escultura.
El peruano Pablo Yactayo presentó una maqueta de dos piezas, un batán andino que son piedras para moler, y lo esculpió con
reminiscencias ancestrales de Los Andes sobre dos grandes bloques de granito
que superaron las 15 toneladas y alcanzaron una altura de casi dos metros
por dos de ancho y un metro de
profundidad. La obra lítica lleva en sus perfiles generales la impronta de las
formas escalonadas milenarias donde la piedra superior puede balancearse a través de su base que es
una gran curva dispuesta sobre la recta de la superficie horizontal de la otra
piedra geométrica que la resiste. Además, horadó no sólo unos agujeros para simbolizar
el agua vital sino que en su conjunto lleva como relieves una serie de círculos
que denotan los tiempos inmemoriales de su
fascinante historia; y, de modo especial y oculta está grabada la chakana, una
cruz estructural nacida en el cielo del hemisferio austral. En la vida común
cordillerana andina, desde remotas épocas, estas piedras sirven para moler los
alimentos.
El jurado del simposio integrado por Constantina
Iconomópulos(Grecia), José Francisco Alves (Brasil) y Mario Cladera (Uruguay)
escribió así acerca del batán andino: “Esta obra, como otras de Pablo Yactayo,
demuestra la posibilidad de realizar una obra contemporánea sin apartarse de la
identidad cultural del autor. … Sorprende ver cómo la ancestralidad y la
herencia cultural hacen eco en este
trabajo, pero no por eso queda restringido a la reproducción… Su trabajo nos desconcierta, no sabiendo
cuándo o dónde estamos cuando vemos su obra. La certeza que desprende es que es
indígena, americana y escultórica”.
El comentario del crítico uruguayo, Mario Cladera, que le
hizo directamente al escultor Pablo Yactayo, no pudo ser más acertado en el concepto de la
escultura actual: “En el simposio, es la única que no se parece a la escultura
internacional que puede pertenecer al mundo contemporáneo pero sin tener un
origen fijo. Tu obra pertenece al arte latinoamericano, que buscábamos los
artistas por los años sesenta, tiene su origen en tu cultura milenaria”.
Acerca del simposio en general, Carlinhos Santos, en su artículo Jardins de pedra, afirma que, “…Las
piezas concebidas y finalizadas delante del público lo vuelven patrimonio del Parque
de Esculturas. Reunidas en este mismo lugar, las once piezas serán concluidas y
sumadas al acervo ya existente, estas esculturas diseñan un mapa mundial del
arte”.
A los escultores, la nostalgia les invadió cuando llegó a
su fin este encuentro de amistad y de arte tridimensional. El arduo trabajo
había concluido y todos estaban agotados pero entusiasmados por los logros
artísticos conseguidos. Todas las obras quedaron emplazadas en el Parque de Esculturas de Bento Gonçalves. En
la noche de gala bajo un espectáculo brasilero se hizo entrega de certificados
y trofeos esculpidos en granito por el magnífico escultor brasileño Mauri
Menegotto.
El gran reto del escultor: labrar grandes bloques de granito rojo de 15 toneladas aproximadamente.
La maqueta, también en granito, lista para su ejecución.
Pablo Yactayo, escultor peruano.
Esbozo del perfil de la forma del batán.
Perfiles de la forma superior del batán.
Actividades culturales durante el simposio: Exposición individual del
escultor brasileño Mauri Menegotto.
El escultor andino en plena actividad.
Breve charla con estudiantes brasileños que diariamente visitaban
el simposio para ver el proceso de cómo se esculpe una obra
Un monta carga eleva la parte superior del batán.
La base del batán es trasladada para unirla a la otra pieza.
Después de un gran esfuerzo físico la obra pétrea quedó esculpida.
el simposio para ver el proceso de cómo se esculpe una obra
Un monta carga eleva la parte superior del batán.
La base del batán es trasladada para unirla a la otra pieza.
Después de un gran esfuerzo físico la obra pétrea quedó esculpida.
El simposio llegó a su fin. Los escultores internacionales recibieron certificados y trofeos. |